Alan Estefan Torres

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Nadie puede hacer dos cosas al mismo tiempo

Siempre me ha impresionado la capacidad de algunos individuos de estar sentados frente a una tarea y poder seguirla, sin distracciones durante horas y horas.

He de decir que soy un procrastinador profesional, desde pequeño, siempre me ha costado mucho trabajo mantener la concentración en una sola tarea, ya escuché a alguno de ustedes diagnosticándome con TDA.

Todavía escuchó clarito los gritos de mi madre diciéndome que apagara la televisión mientras hacía la tarea o el arrepentimiento en mi cara cuando me percataba que eran las 12:42 AM y que me hacía falta escribir la mitad de un ensayo para "cualquier materia genérica de la universidad" porque me pasé la tarde viendo estupideces en Facebook.

Algo que descubrí a la mala es que todos y cada uno de nosotros tenemos una cantidad de atención finita.

En palabras más llanas: nuestra concentración se divide dependiendo de la cantidad de cosas que tengamos frente a nosotros.

Esto se acrecentó gracias que en el monomundo interconectado, los algoritmos están programados para que te mantengas el mayor tiempo posible en cualquiera de las plataformas, no importando si es Youtube, Netflix, Twitter, Instagram o Tinder. El espacio digital está compitiendo constantemente por nuestra atención, a todas horas, en todo momento, y hay que recordar que el tiempo es el único recurso que jamás vamos a poder recuperar.

Byung-Chul Han menciona en su libro "La sociedad del cansancio" que para que podamos crear, tenemos que darnos el tiempo de estar aburridos y eso se puede aterrizar hoy más que nunca al trabajo creativo.

Si estás atorado con una idea o tratar de resolver un problema, lo peor que puedes hacer es abrir una pestaña de tu navegador o sacar tu celular.

Saturarte de estímulos no va ayudar a que el problema fluya, al contrario, solo va a hacer que pierdas el tiempo y te sientas frustrado por no terminar las cosas que te habías propuesto con anterioridad.

¿Crees que eres del uno en mil millones al que no aplica esta regla?

Yo lo pensaba hasta que analicé lo siguiente:

Vas en una carretera a 120 km/h, ¿despegarías la vista del camino durante 30 segundos para responder un mensaje? Mi respuesta era que sí, 30 segundos es muy poco, hasta que hice las matemáticas:

120 km/ h equivale a 33.33 m/s

Sabiendo esto, recorrerías 999 metros, casi un kilómetro, sin ver el camino.

Sé que este es un ejemplo en el que las consecuencias son fatales comparadas con el código que no entregué por ver videos de gatitos en Youtube, pero me puso a pensar seriamente en a qué le estaba prestando atención en mi vida.

De ahí empecé a esforzarme poco a poco para que toda mi concentración estuviera dedicada a lo que sea que tuviera frente a mí: un guión, una fotografía, código, un amigo, comida, mi novia, una película, etc. y a tratar de encontrar técnicas que me ayuden a ser funcional como adulto en el siglo XXI.

Algunas de ellas son:

1) La técnica del pomodoro

Trabajas a conciencia durante bloques de tiempo, normalmente de 25 minutos de duración, por cinco minutos de descanso. En un inicio me funcionó muy bien, pero al poco tiempo me di cuenta que me costaba mucho trabajo entrar en "la zona", entonces tardaba entre 10 o 15 minutos para que la creatividad empezara a fluir y una vez que estaba adentrado, sonaba la alarma diciendo que tenía que descansar.

Así que después de mucho ensayo y error, me di cuenta que para mí, lo mejor queda 50 minutos de trabajo arduo por 10 minutos de descanso para una situación en específico, como diseñar los contenidos para alguno de mis clientes. Para otros trabajos como edición de video, esto se puede extender hasta 3 horas con un descanso de 20 minutos, como dirían cualquiera de los graduados en filosofía, antropología o sociología "depende del contexto". El único que sabe cuánto tiempo requiere cada uno de esos bloques eres tú.

2) Privación de estímulos

Soy como un bebé al que todo le llama la atención, en más de una ocasión me han comparado con Phil Dunphy de Modern Family. Entonces tuve que empezar a hacer cosas que evitaran que mi atención se fuera para otros lados.

2.1) Poner un fondo de pantalla negro en todos mis dispositivos. Aunado a esto, quitar cualquier archivo de mi escritorio en el que no esté trabajando en el momento. Esto evita que cuando cambie el mismo, vea que hay un montón de figuritas con colores diferentes que pueden decirme "ábreme".

2.2) Poner distancia física entre mí y mi celular. Tengo tan poca fuerza de voluntad que sé que si tengo el celular al lado, voy a terminar metiéndome a Instagram. La solución, si necesito hacer una llamada o responder a alguna notificación, me tengo que levantar. Suena un poco ridículo, pero ahora cada que siento esa urgencia por tomar el celular, lo pienso dos veces.

2.3) No tener abiertas ventanas en el navegador que puedan llegar a restarme la atención. Facebook, Twitter, Instagram, Youtube, Noticias, etc. Solo puedo verlas cuando es mi tiempo de descanso.

2.4) Esta es una de las más raras y personales que tengo. Si estoy haciendo algo que requiera mi atención en español, no puedo tener música en español de fondo y viceversa si estoy haciendo algo en inglés. Normalmente pongo música instrumental "lo-fi" de Santi hipster, puedes escucharla aquí. Los podcasts están fuera del mapa, a menos que sea trabajo completamente visual como diseño o edición de fotografía.

2.5) Diferenciar entre urgencias y emergencias. Antes era de los que siempre tenía abierto Telegram, Whatsapp, Signal, Slack, Messenger porque pensaba que estar al pendiente era de suma importancia. Pero esto no es cierto. Si hay algo que de verdad sea una crisis, te van a marcar, no es necesario que ese chat esté abierto todo el tiempo.

3) Encontrar herramientas que te ayuden a mantener la concentración

3.1) Listas o To-Do lists. No hay nada que te reste más la atención que estar pensando en que tienes que ir a recoger tu ropa de la lavandería mientras estás tratando de sacar un presupuesto para un cliente. Esa voz detrás de tu cabeza se puede apagar de manera muy sencilla: anotando las cosas que tienes que hacer. En lo personal utilizo Microsoft To -Do, pero con una simple búsqueda en internet, puedes encontrar el software que se acomode a tus necesidades. El punto es vaciar tu cabeza de pendientes, para que el tener que recordarlos no sea una tarea más.

3.2) Flowstate. Siempre me ha gustado escribir, mucho antes de que entrara a trabajar en el periódico, pero tengo la enfermedad del editor. Siempre que empezaba con un texto me regresaba constantemente a revisar si había estructura, si había typos o errores y entraba en un loop infinito de edición / escritura / edición/ escritura, así ad infinitum. Todo eso cambió cuando encontré una herramienta maravillosa llamada Flowstate. Un software en el que programas durante cuánto tiempo quieres escribir 5, 10, 15, 20 minutos y pone la pantalla completamente en negro (o blanco). Lo interesante es que una vez que empiezas a escribir, no puedes parar. Si el software detecta que no has tecleado nada durante 10 segundos, borra todo lo que habías redactado con anterioridad y no puedes rescatarlo. Tampoco te da la oportunidad de copiar y pegar hasta que termines con el timer. Suena muy radical, pero no hay nada más catártico que entrar en un frenesí de escritura, aunque termines tecleando palabras que no tengan nada que ver con el tema inicial. Esto me ha ayudado a encontrar conexiones entre términos que no estaban relacionados y a tener una disciplina a la de "escribe ebrio y edita sobrio".

Como nota, el 80% del primer draft de las estradas de este blog se hacen con esta aplicación.

Espero que alguna de las herramientas antes mencionadas te sirva como primer paso para quitarte uno de los peores males del siglo XXI: la atención divida.

No importando qué tipo de técnica utilices, es importante saber que el multitasking es una falacia. La gente que cree que es más productiva viendo How I met Your mother en su segundo monitor, se está engañando.

He mencionado con anterioridad que consumir es importante para el desarrollo de la creatividad, pero cuando es momento de trabajar, todo, absolutamente todo es ruido de fondo.

No es cuestión de genero, sexo, raza, nacionalidad o de profesión, todos tenemos que aceptar que nuestra atención es finita.

La próxima vez que quieras abrir abrir una ventana de navegador, recuerda el ejemplo del coche , no dejes que tu vida pase por delante de ti sin prestarle atención a lo que de verdad importa.