Alan Estefan Torres

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Antes de crear, aprende a criticar.

Still del filme Persona (1966, Suecia) de Ingmar Bergman.

Odio cuando alguien dice "los que no pueden hacer, critican". Ahora resulta que en todas las cosas en las que no somos expertos, no podemos tener ni voz no voto.

Ya veo a todos metiéndose a cursos para hacer buenos tacos de tripa, o a clases de composición musical para poder juzgar que todas las canciones de reguetón suenan igual. Mamones.

Hay que ver, leer, empaparse y generar un ojo crítico.

Se aprende haciendo, eso es un hecho, pero no por nada en todas las carreras de diseño ven a Saul Bass, en arquitectura analizan a Le Corbusier, en cine ven a DW Griffith, en música escuchan a Bach. Los maestros son maestros por algo, no por la ocurrencia de un ojete. Si quieres mejorar tienes que consumir, así de sencillo.

Esto no significa que te vas a convertir en fanático de Strauss o de Bergman, pero analizar sus obras va a ayudar a que encuentres tu voz, a que entiendas qué no te gusta, qué tiene valor y por qué.

Ojo, hablo de crítica, no de criticones. No te conviertas en uno de esos insoportables que creen que saben más que todo el mundo. Tener una opinión no significa abrir la boca acerca de cualquier tema, como esos "posmos" que se creen expertos porque vieron un post de Cultura Colectiva.

Aprende a articular tus pensamientos, habla desde el criterio no desde tus sentimientos, elucubra desde la razón, porque algo que es una realidad, es que tu opinión le importa un carajo al mundo, de ti depende que alguien quiera escucharte, pero de eso escribiré más adelante.